Una de las fábulas de Esopo que más me gustan, y una de las que más me ha impresionado es la del:
“El león y el ratón”.
Dice así:
Un león duerme en un claro del bosque, y un ratoncito empieza a corretear por encima de su cuerpo y entre su melena.
El león se despierta molesto, lo pilla y está a punto de zamparse al ratón.
Pero el ratón le pide que lo libere, diciendo que, si le salva, se lo agradecería.
El león sonriendo dice:
– Un ser tan diminuto como tú, ¿de qué forma podría ayudarme? ¡No me hagas reír!
y le deja escapar.
Pero poco unos días después unos cazadores capturan al león.
Cuelga de un árbol, en una red, llora.
El ratón oye los lamentos de león, acude rápidamente, y roe la red,
y dice:
– Antes te reíste de mí porque no esperabas que te devolviera el favor, ahora sabes que entre los ratones hay gratitud y somos cumplidos.
La fábula nos muestra que, en los cambios de fortuna la ayuda es providencial, que ningún acto de bondad queda sin retorno,
y nos habla del valor de la vida en comunidad.
Hoy puedes ayudar y otro día necesitar ayuda,
hoy puedes necesitar ayuda y otro ayudar.
El mensaje de la fábula nos estimula a practicar el bien y a no rechazar la amistad de los desfavorecidos.
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Harchand.
