Te mereces descanso y atención.
Quizás ya no corras como antes.
Quizá algunas mañanas pesan más que otras.
Pero lo que no se ha ido, es tu capacidad de sentir.
Sentir cómo se abre el pecho cuando respiras profundo.
Cómo se afloja el cuello cuando lo escuchas.
Cómo un silencio compartido puede ser más potente que mil palabras.
El yoga para mayores no busca estirar más, sino vivir mejor.
No exige. No empuja. Solo invita.
- A moverse con suavidad.
- A escucharse con respeto.
- A regalarse tiempo, por fin.
Lo que encontrarás aquí no es una receta, es un camino
A lo largo de este texto queremos acompañarte.
Sí, a ti. Que quizás llevas tiempo preguntándote si el yoga es para ti.
Que has escuchado que hace bien, que ayuda, que calma… Y ahora quieres saber, sin prisas, sin promesas vacías.
Aquí descubrirás:
- Qué es el yoga suave para personas mayores, y por qué puede transformar tu día a día.
- Cómo encontrar clases de yoga para mayores en Alicante, o adaptar una práctica a tu ritmo, estés donde estés.
- Por qué el yoga no es solo estirarse, sino también reír, respirar, meditar, escuchar música… vivir con más presencia.
- Pasos reales, palabras sencillas. Sin fórmulas mágicas, pero con toda la verdad de quienes lo han vivido.
Y al final, una invitación. Una puerta abierta. Sin obligación, solo posibilidad.
Cuerpo, mente y espíritu: una danza que sigue viva
Cuando el cuerpo habla bajito, pero aún quiere moverse
No necesitas hacer el pino.
No necesitas llegar al suelo con las manos.
Solo necesitas estar ahí. Respirando. Explorando. Diciendo sí.
Flexibilidad que se recupera con ternura
La postura del gato.
La silla como apoyo.
Los brazos que se elevan lentamente como ramas en primavera.
Todo suma, cuando se hace con amor.
Fuerza que no duele
No hablamos de músculos marcados, sino de sostenerte.
De poder levantarte sin dolor.
De subir una escalera sin miedo.
Equilibrio más allá del cuerpo
Porque mantener el equilibrio, también es sentirte más en paz.
Menos tambaleo por dentro.
Menos miedo a caer, por fuera.
Y por dentro… el silencio que tanto buscabas
Respirar sin correr
Respirar de verdad.
- Con tiempo.
- Con intención.
- Sin tener que llegar a ningún lugar.
Dormir mejor, pensar más claro
A veces una sesión de Yoga Nidra es más eficaz que una siesta.
A veces basta con estirarse al final del día y decir: ya está.
Recordar quién eres
La mente también se entrena.
- Con presencia.
- Con atención.
- Con pausas llenas de sentido.
Qué tipo de yoga acompaña mejor esta etapa
No hay un estilo único, pero sí una intención común: escuchar.
Hatha Yoga, la raíz que sostiene
Con pausas. Con espacio para respirar entre postura y postura.
Como una conversación sin prisa.
Yoga suave, el gran abrazo
Adaptado, accesible, amable.
Con sillas, cojines, mantas.
Para que el cuerpo diga: sí, así sí puedo.
Yoga restaurativo, la entrega total
Donde no hay que hacer. Solo ser.
Colocarse. Sostenerse. Soltar.
Yoga Gong Nidra, el descanso profundo
No se mueve el cuerpo, pero sí el alma.
Una meditación guiada que acaricia desde dentro.
Kundalini Yoga, enérgico y espiritual
Mantras. Respiraciones.
Limpieza energética. Conexión con lo divino en ti. Movimientos vigorosos.
¿Y si lo experimentas al aire libre, con música en vivo y sonidos del bosque?
Mira los eventos que organizamos en Yoga y Música.
Si quieres comenzar, empieza por lo esencial
Escúchate
No todos los días te sentirás igual.
Y está bien.
El yoga también es eso: saber cuándo sí… y cuándo no.
Busca un lugar donde te sientas acogido
En Alicante, o donde vivas.
Busca un espacio donde haya calma, respeto, cuidado.
Donde nadie te exija más de lo que puedes dar.
Y si no encuentras, crea el espacio en casa. Una manta, una vela, un audio que te guíe.
No se trata de hacerlo bien, sino de hacerlo contigo
Aunque te tiemble la pierna. Aunque te olvides la postura.
>Aunque solo te quedes respirando.
Todo eso también es yoga.
Más allá de la esterilla: experiencias que transforman
La música que te abraza
Los cuencos vibran.
El tambor marca el ritmo del corazón.
Una voz que canta puede convertirse en medicina.
El bosque como sala de práctica
El canto de los pájaros como fondo.
Las hojas como techo.
La tierra bajo los pies.
¿Hace cuánto no caminabas descalza?
Visualizaciones, respiraciones, historias
Porque el yoga no se enseña solo con palabras.
También se transmite con cuentos, con metáforas, con silencios.
Algunas preguntas que quizás te haces (y aquí tienen respuesta)
¿Y si tengo una prótesis?
Puedes hacer yoga.
Solo necesitas a alguien que sepa guiarte, adaptar, cuidar.
Tu cuerpo no es un obstáculo. Es tu punto de partida.
¿Y si duermo mal?
Respirar, moverse suave, meditar.
Todo eso ayuda.
El yoga no sustituye tratamientos, pero los complementa con amor.
¿Y si nunca he hecho yoga?
Bienvenida.
Siempre hay una primera vez.
Y puede ser hoy.
Una última exhalación
Quizá llevas tiempo sintiendo que algo falta.
Un espacio. Una pausa. Una caricia que venga de dentro.
Quizá no sabías que ese algo podía tener nombre: Yoga.
Pero no un yoga de posturas imposibles, sino uno que se parece más a ti.
- A tu ritmo.
- A tu cuerpo que ha vivido.
- A tus días que merecen más calma.
No tienes que cambiar nada para empezar.
Ni volverte alguien distinto.
Solo tienes que decidir cuidarte desde donde estás.
Desde tu sofá, tu esterilla, tu bosque interior.
Desde ese lugar en el que dices: “Ahora sí. Para mí”.
Y si necesitas un primer paso, que sea bello, que sea compartido,
te invitamos a un espacio pensado con todo el corazón: La Gran Práctica para tu Salud.
Una sesión presencial donde el cuerpo se mueve lento, la respiración se convierte en medicina y la música te abraza como una amiga antigua.
No hay que saber. No hay que poder.
Solo hay que venir, tal como eres.
Porque no importa si llegas con dudas.
Si tu espalda cruje.
Si te cuesta respirar hondo.
Aquí, todo eso ya es un comienzo.
Y si además lo compartes con otros —en un bosque, bajo una lona que respira, al compás de una melodía suave — entonces no estarás haciendo yoga.
Estarás viviendo el yoga.
En Yoga y Música, abrimos ese espacio para ti. Un lugar sin ruido.
Dónde puedes volver a sentirte. Moverte sin juicio. Respirar sin miedo. Pertenecer sin tener que encajar.
La puerta está abierta. Sin prisa. Sin metas. Solo con la certeza de que si algo en ti dijo “sí” al leer esto… entonces ya has empezado.
Te esperamos donde el silencio se convierte en canción.
Donde el cuerpo descansa, y el alma florece.
Donde el yoga no se enseña, se comparte.
Ven. Tu cuerpo sabe el camino.
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